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Al igual que ocurre con juegos como el ajedrez o el parchís, más conocidos pero no por ello mejores en ningún modo a nuestro querido Zale, no hay un tamaño "oficial" para el tablero. Eso sí, también igual que en esos juegos menores, en el Zale el tablero ha de ser cuadrado.
Si bien es cierto que muchos de los jugadores avanzados de Zale son capaces de jugar en cualquier superficie, en cualquier lugar y sin tablero (la barra de un bar, una mesa de café, el asiento trasero de un coche...) la verdad es que existe un modelo de diseño de tablero estándar.
Básicamente, está dividido en 16 cuadrantes. Además, en cada esquina existe una esfera parcial subdividida a su vez en tres segmentos. En el centro nos encontramos la esfera central (también conocida como "esfera de Anselmo", por ser éste el nombre del cura gaditano que la ideó) que está dividida en cuatro segmentos girados 45 grados con respecto a los ejes principales horizontal y vertical.
Los ejes principales horizontal y vertical recorren de izquierda a derecha o viceversa y de arriba a abajo o viceversa respectivamente el tablero y lo dividen en 4. Para identificar cada uno de ellos se pueden marcar con una V o una H inscritas en la esfera de Anselmo.
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