Puesto que el propio tablero de Zale no tiene unas medidas exactas, difícil es que los mapes las tuvieran. Es fácil imaginar qué ocurriría si el tablero fuera pequeño y los mapes no, puesto que podría darse el caso de que no hubiera posibilidad de efectuar giros rotacionales que sólo pudieran hacerse pisando al tiempo dos esferas... ¡Qué idiotez!

Como norma, la longitud de los mapes no excederá del 80% del tamaño del lado de uno de los 16 cuadrantes del tablero. El cuadrado elegido para medir el tamaño del mape puede ser cualquiera de los 16, puesto que son iguales. Y el lado del cuadrado puede ser bien el vertical, o en su defecto el horizontal, indistintamente. Un mape es denominado "blanco/negro" y el otro es "negro/blanco", significando el primer término el color predominante en el mape y el segundo el color de la flecha. Si bien es cierto que sobre esto no hay unificación y en algunos lugares ocurre lo contrario, que el primer término se refiere al color de la flecha y el segundo al color predominante. Si un jugador estuviera acostumbrado a llamarlo de forma contraria a como lo hace el otro, basta con que ambos jugadores se intercambien los mapes.

Finalmente, respecto a la forma, los mapes son rectangulares y alargados, de un único color (negro o blanco) y con una flecha triangular del color opuesto (blanco o negro) en uno de los extremos. El triángulo ha de apuntar hacia fuera y es importante para la regla nº7 del juego (ver reglas).